viernes, 16 de septiembre de 2016

Análisis a fondo del Apple iPhone 7.

Dos años antes la compañía de Cupertino dabe el salto a las 4,7 pulgadas de diagonal de pantalla, y nada ha cambiado en este aspecto. Y apostaba en aquel momento, con el estreno del iPhone 6, por un diseño 2,5D para el frontal y con un chasis unibody, de aluminio, y de formas circulares. Nada ha cambiado tampoco por aquí. Eso sí, el diseño ha ido evolucionando de forma sutil: es más grueso y más pesado, además de que ahora no cuenta con botón home ‘mecánico’, sino capacitivo y con respuesta háptica. Pero lo más interesante de esta nueva generación, con permiso de ese renovado botón Home, está en el interior del terminal, en sus componentes de hardware de mayores prestaciones respecto al iPhone 6s.
Apple habla de que es un ‘diseño completamente nuevo’, pero las sensaciones son idénticas a las de un iPhone 6s, y para reconocer los cambios evolutivos hay que ahondar en el detalle. De nuevo Apple ha introducido, eso sí, hardware de nueva generación como el procesador Apple A10 Fusion que abandona lo dos núcleos para apostar por una configuración quad-core, acompañado por 2 GB de memoria RAM en este modelo, y un 50% más en el iPhone 7 Plus por las exigencias técnicas del doble módulo de cámara principal. A simple vista, el equipo es difícil de diferenciar de un iPhone 6s, y casi imposible si no vemos uno de los colores exclusivos de esta nueva generación, que en la parte inferior ya no está el conector para minijack de 3,5 milímetros, o que en la espalda las líneas de antena ya no cruzan de lado a lado, porque lo hacen por el bisel inferior y el superior, con mayor disimulo.
iphone 7 negro sobre fondo blanco

Diseño y uso

Adelantábamos que, según Apple, el de los iPhone 7 y iPhone 7 Plus es un ‘diseño completamente nuevo’, pero las sensaciones son muy similares con respecto a la generación anterior. En sus dimensiones es idéntico al iPhone 6s, con sus 138.3 x 67.1 x 7.1 milímetros, y un peso más ligero. Si el anterior pesaba 143 gramos, el nuevo iPhone 7 baja su peso hasta los 138 gramos, lo que en cualquier caso siguen siendo 9 gramos más que un iPhone 6, y 0,2 milímetros más de grosor. Por lo tanto, se mantiene también el frontal con un 65,6% de la superficie ocupada por la pantalla.
Lo que sí ha cambiado es que ahora en la parte inferior está ubicado el conector Lightning sin acompañamiento de conector minijack. Lo único que hay es este conector propietario con doce perforaciones, seis a cada lado del mismo, tanto para el altavoz como para el micrófono. Y en los laterales, exactamente lo mismo: botoneras de volumen y ‘silencio’, así como el botón de desbloqueo. También, en el lateral derecho, se mantiene sin cambio alguno la bandeja para tarjeta nano SIM. Pero, de nuevo, en la espalda del equipo es donde volvemos a encontrar sutiles cambios.
iphone 7
En la parte posterior, el módulo de cámara principal sigue sobresaliendo con respecto al resto del cuerpo, pero ahora con una pendiente suavizada. Este salto de altura se ha hecho con un estilo más suave, aunque es incluso más notable por la mayor diagonal del grupo óptico, que alberga tras de sí también un sensor más luminoso. Al lado del módulo de cámara principal, el flash quad-LED True Tone, como su propio nombre indica, tiene un conjunto de cuatro focos LED divididos en dos parejas: dos focos fríos y dos cálidos, que ofrecen un 50% más de luz.
Concluyendo con el diseño, el mayor salto se ha dado con la resistencia al agua. Apple lo ha conseguido manteniendo el chasis unibody de aluminio también sin cambios, pero con un sellado mayor para la pantalla y los botones. Por otro lado, con el salto generacional se ha introducido también una nueva gama de colores en la que se mantienen el oro, oro rosa y plata, y se ha sustituido al gris espacial por dos nuevos tonos: negro y negro brillante, el primero con acabado matel. En cualquiera de ellos, ahora las líneas de antena no cruzan la parte posterior, sino que la decoran por los biseles laterales y la parte superior e inferior, respectivamente.
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boton home iphone 7

Pantalla

A contracorriente, Apple sigue manteniéndose en una resolución pobre en comparación con las Full HD -1920x1080p- o las QHD -2560 x 1440p- apostando por 1334 x 750 píxeles. No hay cambio alguno, aquí, con respecto a la generación anterior, que contaba también con 4,7 pulgadas de diagonal para su panel IPS LCD. Lo que sí ha cambiado es la retroiluminación, que ahora alcanza los 625 nits de brillo máximo frente a los 500 nits del anterior, y es especialmente notable cuando la luz del solar incide de forma directa contra la pantalla. Se ha mejorado la visibilidad en estos términos. Y de la mano de iOS 10, se mantiene el modo Night Shift que, jugando con la temperatura del color, reduce la fatiga ocular cuando anochece con tonos más cálidos que, se supone, no impiden conciliar el sueño.
La pantalla del iPhone 7 no es su punto fuerte, ni mucho menos, a pesar de su contraste 1400:1 y una muy buena representación de los negros. En este punto, los paneles OLED son indiscutiblemente mejores, y además con un consumo energético notablemente inferior. Donde el iPhone 7 destaca, y como cualquier otro terminal con pantalla IPS LCD, es en la representación de blancos. Son blancos más puros, no azulados como en algunos paneles OLED. Pero no está al nivel, en líneas generales, de un Samsung Galaxy S7, Galaxy S7 edge ó Galaxy Note 7.
Donde sí despunta es con su tecnología 3D Touch. Es la que nos permite, igual que en el iPhone 6s, realizar funciones alternativas en función de la presión ejercida contra el panel. Reconoce la profundidad en la interacción táctil, y ahora se aprovecha mejor con iOS 10. De hecho, uno de los saltos de este terminal está en el botón home capacitivo que hereda esta tecnología. Ya no hay una ‘respuesta mecánica’, un desplazamiento hacia el interior del equipo, sino un reconocimiento de la presión y una respuesta háptica que sustituye a la sensación del clic mecánico. Esta respuesta háptica –vibración– se puede regular en intensidad, y lo más destacable es que elimina la posibilidad de desgaste del botón, algo de lo que históricamente han pecado muchos de los iPhone de Apple. Además, abre un abanico interesante de posibilidades a través del software, y a pesar de que por el momento tiene pocas vías por las que aprovechar su innovación.
IPHONE 7

Hardware y rendimiento del iPhone 7

En el interior del equipo ahora está el chip Apple A10 Fusion. Contamos con un procesador de cuatro núcleos con una frecuencia de reloj máxima de 2,34 GHz respecto a los 1,84 GHz del chip anterior. Y lo más interesante es que esta frecuencia máxima es exclusiva del conjunto dual-core de máximas prestaciones, mientras que el otro conjunto dual-core se emplea en tareas menos exigentes, y en pro de la autonomía. De ahí que, una vez más, destaca en la ‘potencia’ single-core. Las prestaciones por núcleo son notablemente superiores a las de sus rivales con cuatro núcleos dedicados a dar el máximo rendimiento, y sin embargo en la puntuación multi-core otorga unos resultados más homogéneos en relación con sus competidores. Todo esto quiere decir que, en líneas globales es poco superior que sus rivales en la fría cifra de ‘potencia’. Pero una vez más, Apple ha diseñado un chip mucho más capaz, y que destaca especialmente por su rendimiento ‘por núcleo’. En cifras de la propia Apple, el iPhone 7 es un 40% más potente que el iPhone 6s con su Apple A9.
A la CPU le acompañan 2 GB de RAM en el caso del iPhone 7, y por la optimización de iOS 10 es más que suficiente para cualquier tarea. Tanto para gestionar proyectos con archivos en cola como para las funciones de multitarea. Y aunque Apple podría haber hecho como Samsung, lo que sí que no tenemos es multipantalla. Es decir, que iOS 10 en el iPhone 7 no gestiona varias apps en primer plano, a pesar de que por su rendimiento sí sería capaz de hacerlo. Por otro lado, lo que se repiten son los seis núcleos del procesador de gráficos, que da el salto desde la PowerVR GT7600 garantizando un rendimiento un 50% superior. Pero lo mejor de todo es que, al mismo tiempo, el consumo energético se ha reducido en un tercio para, del mismo modo que con la CPU, maximizar la autonomía en la medida de lo posible.
Las pruebas de rendimiento gráfico colocan al iPhone 7 con 37.608 puntos como resultado final, frente a los 33.574 del iPad Pro de 12,9 pulgadas, los 32.726 del iPad Pro de 9,7 pulgadas o los 27.870 del iPhone 6s. En las pruebas de gráficos es capaz de mover 328,25 fps de manera estable sin exigencias máximas, y 240,27 fps en pruebas de mayor nivel. En el rendimiento de físicas, evidentemente las cifras bajan hasta los 48.98 fps de media. Y todo esto, en cualquier caso, se traduce en una descomunal potencia gráfica para cargar texturas y físicas complejas, siempre y cuando haya software optimizado para sus prestaciones. De momento, únicamente un videojuego está adaptado a estas novedades, y sí es cierto que es sorprendente cómo se desenvuelve el iPhone 7 con él. Ahora bien, hay que ser muy puntilloso para darse cuenta de las diferencias en la experiencia real de uso, y apartándose de las cifras más técnicas.

Análisis de la cámara del iPhone 7

El apartado fotográfico es otro de los grandes saltos del iPhone 7 respecto a la generación anterior, y a pesar de que aún se mantiene el sensor de 12 megapíxeles. Eso sí, esta cifra lleva a engaño porque las comparaciones demuestran que todo lo demás ha cambiado. Según las explicaciones de Apple se ha trabajado en nuevas lentes con un elemento más, y ahora tenemos una apertura f/1.8 que marca la diferencia en las tomas con poca luz. Quizá no sería tampoco tan grande la diferencia de no ser porque, además, se ha introducido el estabilizador óptico de imagen que permite aumentar la exposición ganando aún más luz, y porque ahora contamos con flash TrueTone quad-LED. No son dos focos LED, sino cuatro focos, con dos de ellos de tono cálido, y otros dos de tono frío para compensar las aberraciones de color.
Este módulo de cámara principal, ahora con una forma saliente más marcada por sus mayores dimensiones, es capaz de grabar vídeo en 4K a 30 fps como máxima, o bien en Full HD 1920 x 1080 píxeles a 60 y 30 fps. Además, también cuenta con el modo HD 1280 x 720 píxeles a 30 fps. Y por otro lado, tiene también los modos de cámara lenta en FHD a 120 fps ó en HD a 240 fps. Punto en su contra, como en generaciones anteriores, que todo esto no podemos configurarlo desde la aplicación de cámara de una forma ágil y simple, sino que tenemos que recurrir al menú de Ajustes global, y desde ahí a la sección ‘Foto y Cámara’.
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Retomando lo relativo a las prestaciones de la cámara, Apple sigue apostando por la filosofía Shoot & Go con una aplicación de cámara muy limitada, aunque también muy funcional. En definitiva, está todo planteado para ‘hacer la foto, y disfrutarla’. Y estas mejoras técnicas permiten, principalmente, dar un salto cualitativo notable en las tomas con poca luz. Sin embargo, también en las tomas con buena iluminación en iPhone 7 es ahora más capaz con las texturas, y captando contrastes de iluminación. Trabaja mejor con la profundidad de campo permitiendo alardes artísiticos al estilo efecto Bokeh, pero por las limitaciones de su app de cámara preinstalada no se aprovecha el cien por cien de la calidad de este sensor y nuevo conjunto de lentes. En los modos manuales de aplicaciones de terceros, sin embargo, sí se muestra como una cámara que despunta.
Y lo que más interesará a los usuarios es probablemente la cámara principal, de la que también Apple ha hablado con mayor profundidad, pero el módulo de cámara secundario ha mejorado aún más. En este sí que podemos ver cómo el nuevo sensor de 7 megapíxeles trabaja de forma espectacular captando mucho mayor detalle y con una luminosidad notablemente superior al de generación anterior. En él se mantiene la apertura f/2.2, con la grabación en Full HD 1920 x 1080 píxeles a 30 fps como máxima, pero se ha dado un salto perfectamente perceptible. Es una cámara que sigue saturándose con facilidad en el contraste luminoso, y mostrando zonas completamente blancas por este pequeño problema. Pero está al más alto nivel. Tanto en la cámara frontal como en la posterior seguimos encontrando un procesado agresivo de la imagen en el uso de la aplicación propia del iPhone 7.

Batería

La batería ha crecido hasta los 1.960 mAh. Es un aumento de 245 mAh con respecto a la generación anterior, y de 150 mAh si se enfrenta al iPhone 6. Y es notable en la autonomía, aunque tampoco de una forma demasiado destacable. Es cierto que se ha optimizado la eficiencia energética en componentes como la CPU y la GPU, pero la experiencia de uso no es tan destacable como anunciaba la firma de Cupertino. Este nuevo iPhone 7 es capaz de aumentar su autonomía en tareas simples y cotidianas, como es el uso de las redes sociales y aplicaciones como el correo electrónico o el navegador web. Ahora bien, cuando se le exige algo más, como cargar videojuegos exigentes, entonces es cuando presta su mayor potencia y la autonomía se reduce drásticamente.
En líneas generales, efectivamente se ha mejorado la autonomía del iPhone 7. Anuncian que puede ofrecer hasta una hora más de autonomía que el iPhone 6s, y quizá en pruebas de laboratorio sea así, pero en la experiencia de uso real no. Su autonomía es muy poco superior al iPhone 6s, y como adelantábamos deja ver sus mejoras especialmente en las aplicaciones menos exigentes. Porque, al mismo tiempo que muchos de sus componentes se han vuelto más eficientes, también tenemos ahora una pantalla más brillante y que, por otro lado, consume más energía. Es el problema de la firma de Cupertino, que sigue recurriendo a los poco eficientes paneles IPS LCD, mientras que sus competidores se han volcado –varios de ellos-, a pantallas OLED que reducen de forma considerable el gasto de energía.
detalle de la pantalla del iphone 7
Y un punto muy en contra del iPhone 7 son sus posibilidades de carga. Están haciendo frente con el iPhone 7 a productos que ya cuentan con carga rápida y carga inalámbrica, y la firma de Cupertino no cuenta ni con una ni con la otra. El hecho de que el conector Lightning sea exclusivo de la manzana mordida ya es un contratiempo para los usuarios, tanto para encontrar accesorios compatibles como para otras tareas, pero lo que sí que no debería consentirse el fabricante es seguir sin carga inalámbrica. A fin de cuentas, la carga rápida de sus rivales se puede sustuir con un cargador de mayor amperaje, puesto que su batería también es más pequeña, pero ahora que no hay conector de auriculares ¿qué pasa si queremos escuchar música cargando el móvil? Que no es posible, a no ser que tengamos auriculares inalámbricos.

Otros detalles a comentar

El iPhone 7 sigue siendo uno de los terminales más completos y equilibrados del mercado, pero sigue sin ser el mejor en muchos puntos. Es cierto que desborda potencia por los cuatro costados, y que además aprovecha la optimización de iOS 10 para ser uno de los terminales más rápidos –o incluso el más veloz de todos-. La experiencia de uso es intuitiva, sencilla y muy satisfactoria. Y el diseño, aunque decepcionante por la escasez de cambios desde hace dos años, sigue siendo convincente y admisible. El ratio de superficie frontal ocupada por la pantalla es un dato desastroso, y su peso está por encima de lo deseable, pero a fin de cuentas es un equipo equilibrado, con un diseño elegante, y con un acabado muy bueno, principalmente por el equilibrio de peso en todo su cuerpo.
prueba del iphone 7 en el agua
A simple vista parece que nada ha cambiado, pero se han reubicado las líneas de antena en pro de la cobertura, y sobre todo se ha introducido la resitencia al agua y el polvo. Ahora, con relativa segurida –porque no lo cubre la garantía-, el iPhone 7 se puede sumergir hasta 1 metro y durante media hora. Por otra parte, lo ‘revolucionario’ de su diseño se concentra en el nuevo botón Home, que apenas resultará diferente en la experiencia de uso, pero que como ya comentábamos es un paso al frente por su mayor resistencia al desgaste, y además abre un mundo de posibilidades. La respuesta háptica, con el motor Haptic Engine dedicado, se muestra contundente y sin sensación de piezas sueltas en su interior.
botón home capacitivo del iPhone 7
Se siguen echando en falta cosas como la conectividad NFC funcional, más allá de Apple Pay, y en la experiencia de uso parece más un pequeño paso al frente que un salto de generación. No es demasiado notable aquí, en la experiencia de uso, pero es mucho más potente que prácticamente cualquier dispositivo equivalente en precio y, sobre todo, en gama. Y es muy interesante que ahora el mínimo sean 32 GB de memoria interna, pero también se echa de menos la ranura para micro SD que permita no sentirese prácticamente obligado a gastar 110 euros más para acceder al modelo de 128 GB.

Conclusión

En definitiva, es un terminal que, a priori, decepciona por su diseño. Una vez más, el terminal de Apple no llama la atención a simple vista. Pero también, una vez más, Apple ha conseguido que el salto evolutivo se sienta en la experiencia de uso. Esto quiere decir que contamos con la avanzada tecnología de un botón Home capacitivo sensible a la presión –que próximamente se aprovechará ‘de verdad’-, se han puesto a la altura de sus rivales con la resistencia al agua, y se ha dado un gigantesco salto en el apartado fotográfico. No despunta ni sorprende, como adelantaba, si no se repara en los detalles.
Una vez más se mantiene un diseño obsoleto y que no puede hacer frente a sus rivales por peso, dimensiones y ratio de superficie por pantalla. Además, este panel –de la pantalla- tampoco está a la altura de sus competidores más directos. La cámara sí está a la altura de sus rivales, pero tampoco despuntando especialmente, y el único aspecto en que destaca realmente es en una desproporcionada potencia del chip Apple A10 Fusion. Por lo tanto, a modo de conclusión, quizá no estaría mal encaminado decir que esto es lo que debería haber sido el iPhone 6s, y que desgraciadamente -para los consumidores-, Apple ha guardado su artillería pesada para el décimo aniversario del iPhone. O al menos, así debería ser, porque con la salvedad de la potencia de su CPU y GPU, hay opciones mejores en líneas generales, y por precios más accesibles.
A favor:
– Nivel de potencia incomparable en CPU y GPU.
– Importante salto de calidad en el apartado fotográfico.
– Mejor autonomía, similar al iPhone 6s Plus.
En contra:
– Diseño obsoleto, con un ratio de pantalla inadmisible en la gama alta.
– Pantalla técnicamente inferior a sus competidores.
Este Articulo se escribió primero en adslzone, por Carlos González villamil 
#Elmero.

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